FAQ

¿Qué es un inoculante y para qué se utiliza?

Un inoculante es un producto que contiene microorganismos benéficos (generalmente bacterias) para los vegetales, en alta concentración, formulado sobre un soporte que permita mantener la sobrevivencia del(los) microorganismo(s) y la aplicación sobre las semillas o al cultivo en el que se va a emplear.
Los inoculantes son específicos, es decir que en función de la especie y la cepa del microorganismo que contienen, pueden ser utilizados en una determinada especie vegetal.
El fundamento de los inoculantes para leguminosas se basa en la simbiosis que logran las plantas leguminosas con bacterias fijadoras de nitrógeno atmosférico (generalmente rizobios). Por medio de esta simbiosis la planta logra abastecerse de nitrógeno atmosférico, a cambio de ceder fotoasimilados (principalmente carbohidratos) a los rizobios alojados en sus raíces, en estructuras denominadas nódulos.
Los inoculantes para gramíneas contienen bacterias que ejercen acciones benéficas sobre el vegetal con el que se asocian; algunas de estas bacterias se catalogan como PGPR (Plant Growth Promoting Rhizobacteria). Una función muy importante de algunas bacterias es la producción y secreción de hormonas bioestimulantes para las gramíneas, como auxinas, citoquininas y giberelinas; además, algunas de estas bacterias también tienen la capacidad de realizar fijación de nitrógeno atmosférico. Uno de los géneros de bacterias PGPR más estudiadas es Azospirillum.

¿Cuál es el aporte de la Fijación Biológica de Nitrógeno a las necesidades de nitrógeno del cultivo de soja?

Se calcula que un cultivo de soja necesita aproximadamente 80 Kg de nitrógeno por cada tonelada de grano producida, lo cual representa cantidades muy elevadas. La Fijación Biológica del Nitrógeno, lograda a través de la inoculación con rizobios específicos, es la principal fuente de suministro de esta demanda total. Según el tipo de suelo y las condiciones ambientales particulares, la FBN contribuye con un 35% a 95% de la necesidad total. Esto indica que la FBN tiene una importancia fundamental en el suministro de nitrógeno al cultivo de soja, ya que permite el abastecimiento de este nutriente en cantidades muy elevadas. Debido a las grandes necesidades de nitrógeno del cultivo de soja, la posibilidad de manejar el mismo en base a la fertilización química nitrogenada es totalmente inviable económicamente. En este sentido, en nuestras condiciones de producción no se han observado respuestas positivas a la adición de fertilizantes químicos nitrogenados en cultivos donde la nodulación es adecuada.

¿Qué particularidades presenta la inoculación de las distintas especies de lotus?

En la inoculación de las leguminosas forrajeras pertenecientes al género lotus se deben tener en consideración algunos recaudos. Esto se debe a que para los lotus existen básicamente dos grupos de especies de rizobios con características contrastantes. Un grupo incluye a las especies de rizobios que se utilizan en los inoculantes para L. corniculatus y L. tenuis y el otro a las empleadas en los inoculantes para L. subbiflorus y L. pedunculatus. Las cepas de rizobios utilizadas en los inoculantes específicos de L.corniculatus y L. tenuis son ineficientes en L. subbiflorus y L. pedunculatus. Esto significa que si bien forman nódulos, es prácticamente nula la fijación de nitrógeno que realizan. Lo mismo ocurre a la inversa, donde las especies de rizobios utilizados en los inoculantes para L. subbiflorus y L. pedunculatus resultan ineficientes en L. corniculatus y L. tenuis. En este sentido, una nodulación que resulte ineficiente en fijación de nitrógeno perjudicará directamente el establecimiento y producción de la pastura.
En función de lo explicado anteriormente, se pueden generar problemas al sembrar una especie de lotus en un campo que haya tenido en años anteriores alguna de las especies que se inoculan con el grupo contrario, a causa de la infección no deseada con rizobios presentes en el suelo. Por lo tanto, se debe conocer si el campo donde se va a sembrar tiene historia reciente de alguna especie de lotus de modo de evaluar el posible impacto sobre la siembra que se pretende realizar.

¿Qué factores deben ser tenidos en cuenta con respecto a la inoculación de Trébol blanco - Trifolium repens?

En la inoculación del Trébol Blanco se deben tomar ciertas precauciones debido a que algunos factores pueden condicionar el logro de una correcta nodulación y fijación de nitrógeno. A continuación se describen dichos factores de riesgo:
a) en nuestros campos existe naturalmente el Trébol polimorfo o Trébol de campo (T. polymorphum), el cual se asocia con rizobios que resultan parásitos del Trébol blanco. Por lo tanto, la introducción de Trébol blanco en campos donde no se haya sembrado esta especie recientemente o en campos naturales, puede tener problemas porque las plantas de Trébol blanco serán noduladas parcialmente por los rizobios que normalmente se asocian al Trébol polimorfo y están presentes naturalmente en el suelo.

b) el reducido tamaño de la semilla de Trébol blanco implica que la cantidad de rizobios del inoculante que pueden quedar adheridos a cada semilla sea menor al que se logra en otras especies con semilla de mayor tamaño.

En función de estos factores, se debe prestar especial cuidado al inocular Trébol blanco, teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones:
- si se va a sembrar en cobertura (con suelo no removido y sin incorporar la semilla), se recomienda utilizar doble dosis de inoculante cada 25 Kg de semilla, para favorecer una mayor concentración de rizobios del inoculante sobre cada semilla.

- sembrar cuando haya buena humedad del suelo, que permita una rápida germinación y emergencia de las plantas.

- realizar una inoculación de excelente calidad, a través de una correcta preparación de la solución inoculante-bioprotector, siguiendo todas las recomendaciones especificadas en la etiqueta de los productos.

- recubrir todas las semillas con la solución inoculante de manera uniforme.
- inocular y sembrar inmediatamente.

¿En qué situaciones es recomendable el uso de polvo de recubrimiento en la inoculación de las semillas forrajeras?

El polvo de recubrimiento permite formar una cubierta exterior sobre la semilla forrajera (como último tratamiento), logrando cierta protección de los rizobios y un aumento de peso de la semilla.

El polvo de recubrimiento protege a los rizobios de:
- la excesiva desecación que puede darse por falta de humedad en el suelo o cuando la semilla es sembrada en cobertura, sin ser incorporada en el suelo.

- la acidez de los fertilizantes químicos y la acidez del suelo.

En función de esto, se recomienda el uso de polvo de recubrimiento cuando:
- se realicen siembras de mejoramientos extensivos en cobertura o siembra directa (sin previa remoción del suelo) de praderas donde la semilla de leguminosas se siembre al voleo sin incorporar en el suelo.

- la semilla inoculada esté en contacto con el fertilizante en la tolva de la sembradora durante la operativa de siembra.

- se realicen siembras en suelos con fuerte acidez.

En caso de tener un lote de semilla forrajera inoculada que no pudo ser sembrada, ¿hasta cuántas horas después de la inoculación se puede sembrar sin que existan riesgos de tener una nodulación deficiente?

Considerando que no existen limitantes para una correcta germinación de la semilla en el campo, la mayor respuesta productiva a la inoculación se obtiene cuando la semilla es inoculada y sembrada dentro de las 12 horas siguientes a la inoculación. A pesar de esto, cuando la siembra se ve imposibilitada por la ocurrencia de precipitaciones o por problemas operativos no planificados, se puede considerar un período máximo de 48 horas entre la inoculación y la siembra, después del cual existen altos riesgos de tener fallas en la nodulación y fijación de nitrógeno.

¿Cuál es la recomendación para la inoculación de soja cuando se va a utilizar un curasemilla?

El tratamiento de las semillas con curasemillas químicos, sean estos fungicidas o insecticidas, puede ser perjudicial para los rizobios del inoculante y por consiguiente un factor de riesgo para obtener una correcta nodulación y fijación biológica de nitrógeno.
Por este motivo, más allá de la respuesta que aquí presentamos, aconsejamos siempre consultar directamente al departamento técnico de Lage y Cía. S.A.
Para una mejor interpretación, dividimos la respuesta según el curasemillas a emplear, insecticida o fungicida.

Curasemillas insecticida: todos los curasemillas insecticidas son muy perjudiciales para los rizobios, ya que les provocan una importante mortandad luego de un corto tiempo de exposición a los mismos. Por tal motivo se recomienda:
- utilizar sólo aquellos principios activos y formulaciones menos perjudiciales para los rizobios.

- separar en el tiempo el curado y la inoculación, tratando la semilla con el curasemillas químico al menos 10 días antes de la inoculación.

- utilizar inoculante Nitrasec, base turba, junto con bioprotector.

- inocular y sembrar dentro de las 24 horas siguientes.

- sembrar en chacras/lotes con buenas condiciones de humedad, de manera que se favorezca una rápida germinación de las semillas.

Curasemillas fungicida: la presencia de un curasemillas fungicida es muy riesgosa para los rizobios; no obstante, existen algunas formulaciones de principios activos menos perjudiciales, es decir, compatibles con el inoculante. A continuación se presentan las recomendaciones con respecto al uso de curasemillas fungicidas:
- utilizar sólo aquellos principios activos y formulaciones menos perjudiciales para los rizobios; C+T es un curasemillas probadamente compatible con el inoculante.

- en caso de ser posible, se recomienda curar la semilla algunos días antes de la inoculación.

- en caso de realizar el curado y la inoculación en el mismo momento, la semilla debe tratarse primero con C+T, para luego ser recubierta con la suspensión de inoculante+bioprotector. Es decir, no se debe mezclar el curasemillas con el inoculante en un mismo recipiente. En este sentido, cuando se utiliza la curadora e inoculadora Treater, se debe colocar el curasemillas en el balde dosificador inferior (el más próximo a la tolva de semillas) y la suspensión de inoculante+bioprotector en el balde dosificador superior.

- cuando se emplea curasemillas fungicida compatible, los tiempos de preinoculación son menores a los que pueden manejarse cuando no se emplea el químico.

¿Existen diferencias entre las diferentes formas de inocular la soja?

Sí, existen diferencias muy importantes entre las diferentes formas de inoculación. La metodología de inoculación de soja es un tema fundamental, porque incide directamente en la calidad de inoculación, lo que repercute en la nodulación y Fijación Biológica del Nitrógeno posterior. Lage y Cía. S.A. ha estudiado los distintos métodos de inoculación en términos de la calidad de inoculación lograda. A continuación presentamos un resumen de los resultados obtenidos del estudio comparativo de diferentes métodos de inoculación, considerando un mismo lote de semillas y un mismo lote de inoculante:

Recuento de Bradyrizobios por semilla luego de 48 horas de inoculadas, según el sistema de inoculación.
En función de los resultados anteriores, se concluye que las diferentes formas de inoculación tienen gravitación en la calidad de la misma. La máquina inoculadora Treater, especialmente diseñada para tal fin, permite lograr la máxima concentración de Bradyrizobios sobre la semilla, permitiendo un recubrimiento homogéneo de todas las semillas del lote, por lo que permite una inoculación de máxima calidad.

¿Además de la utilización del fungicida biológico Trichosoil en producción de plantines o en un determinado cultivo, es posible utilizar un fungicida químico con acción complementaria a la de Trichosoil?

En muchas oportunidades, según el cultivo en cuestión y las enfermedades que afectan el mismo, no es posible planificar un esquema de manejo sanitario basado exclusivamente en el control biológico, sino que puede ser necesario hacer un manejo combinado de control químico y biológico. Esto es posible debido a que no todos los fungicidas químicos afectan a Trichoderma (agente de control del fungicida Trichosoil), existiendo diferentes grados de compatibilidad entre Trichoderma y los fungicidas químicos. Para poder realizar una mejor recomendación para cada situación particular, aconsejamos siempre consultar directamente al departamento técnico de Lage y Cía. S.A.

¿Cuándo es necesario el uso de coadyuvantes en las aplicaciones de fitosanitarios?

Un coadyuvante es un producto que al ser usado junto con un determinado fitosanitario, permite mejorar la acción de éste, considerando diversos aspectos. El término “coadyuvante” es muy amplio y comprende productos con funciones muy diversas, existiendo coadyuvantes con más de una función.

Las acciones más buscadas al emplear un coadyuvante son:
- corrección del pH del agua de pulverización. Los diferentes fitosanitarios presentan una óptima acción a un determinado valor o rango de pH del agua de pulverización. La mayoría de los fitosanitarios deben ser preparados en agua con pH ácido. Por lo tanto, el uso de un coadyuvante con acción de corrección del pH permite que el fitosanitario esté en un medio adecuado para su mejor desempeño.

- corrección de aguas duras. Las aguas denominadas “duras” contienen excesiva cantidad de cationes libres, principalmente calcio y magnesio. Una alta concentración de estos cationes interfiere con el fitosanitario, reduciendo su actividad. Por lo tanto, la adición de un coadyuvante corrector de aguas duras secuestra los cationes libres y evita que éstos interfieran con el agroquímico en cuestión.

- Humectación. Siempre es deseable lograr un completo mojado y recubrimiento homogéneo de toda la superficie pulverizada, en un corto tiempo. Esto permite una absorción más rápida, disminuyendo los riesgos de pérdida del fitosanitario aplicado. Los coadyuvantes con función humectante disminuyen la tensión superficial del caldo pulverizado, favoreciendo un mojado y humectación más homogéneo. Según la formulación, existen diferencias muy importantes en cuanto al poder de reducción de la tensión superficial de los diferentes humectantes.